miércoles, 11 de febrero de 2015

De acuerdo, admito que te extraño,pero no es más que algo pasajero, así como seguramente los ciudadanos de ahora extrañan a sus héroes pasado esos que les legaron la libertad, así te extraño como para conmemorarte un día, como para guardarte en mi memoria, como para evocarte en mis noches de sentimientos piroplasticos y desastres inminentes, no te extraño como un pájaro a su sur, no te extraño como la oscuridad al interruptor de luz, es más bien como el árbol al viento, como un búho a la noche, y es que extraño también lo que era contigo, era lo que tu querías que fuese a veces un niño, a veces un héroe, a veces era un sabio y otras veces un mendigo que suplicaba besos como si algún día se fuesen a acabar y vaya que se acabaron.

Nos miro en una de las tantas fotos que tenemos cada quien guardadas bajo llave como un tesoro, uno personal que solo tiene valor para nosotros, vaya tu sonrisa, la luz en tus ojos, tus pestañas aladas, la forma de corazón en tus mejillas, y recuerdo tu forma de caminar, naturalmente e inocentemente seductora, como si el mundo estuviera acostumbrado a tu belleza te deslizabas entre las gentes buscando algún sitio, yo te seguía y al final con una sonrisa complaciente me mostrabas tus lugares, si esos que tenían aire de ti, donde tenias felicidades y me contabas sus historias, yo me divertía imaginandote con tu peculiar tono de voz en Fa# diciendo cosas, e insinuando también otras cuantas, pero eres mas que esos recuerdos, también eres sensaciones, aromas, palabras, sueños, eres la lluvia de las 4, eres el bus de rótulos plateados, eres las salidas, eres toda esta ciudad, y aunque te asuste la niebla densa (que también eres en estas épocas) te gusta verme caminar sin ver más que una estrella en el cielo que siempre aparece por el este y no se esconde cuando sale el sol.

-Cedrian Sigx

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