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Uno, dos, te escondes en el sol y lo arrullas
tres, cuatro, me miras, sonríes, vuelas ahora eres aire.
cinco, seis, me oyes, amas y fluyes ahora eres agua.
siete, ocho, sales y me rodeas con tus brazos para que no huya.

Me encontraste y ahora juegas en un columpio.

extiendes tus manos, te lanzas para caminar a mi lado
me dices que desde aquí se ve una cruz encima de aquel elevado.
me jalas, mientras imitas de un gato, el maullo.

Ahora retornas con una mueca de extrañeza
cuando no entiendes porque todo sucede de cierta forma
debes saber que todas las cosas tienen su naturaleza
y que ahora un gato se está acurrucando en la alfombra.

Sueña y recuérdame porque este  será  nuestro ultimo día
el tiempo ha acabado y no volveré mañana
pero te dejo un gato para que sientas el alma mía
aunque ya no esté y no pueda tomar contigo, las malteadas.

-Cedrian Sigx